La Plataforma Somos Muchas por la libertad y la vida de las mujeres desarrolla el ciclo de foros virtuales #NoSeValeTantodio, donde se pone en debate temáticas relacionadas al decidir en Honduras y en toda América latina. El objetivo es abordar desde la experiencia en distintas regiones del continente el avance en el acceso al derecho a decidir y su desarrollo e impacto geopolítico, así como colectivizar las estrategias de lucha de los diferentes espacios del feminismo latinoamericano.
El pasado once (11) de febrero se desarrolló el segundo ciclo, “Derecho a decidir de las mujeres en Latinoamérica; Abya Yala en revolución” donde se contextualizó de manera profunda la situación a nivel latinoamericano del derecho a decidir.
Se contó con la participación de las hondureñas Merary Ávila, precandidata a diputada por el Partido Libertad y Refundación, abogada feminista, defensoras de Derechos Humanos y miembra de Somos Muchas y con la Psicóloga, Nahomy Alas, feminista defensora del derecho a decidir y miembra de Ecuménicas por el Derecho a Decidir y Somos Muchas.
También se contó con la participación de Mónica Córdova, educadora popular feminista de Argentina y militante de Somos Barrios de a pie; y con Verónica Ávila, activista y educadora feminista, luchadora por los derechos sexuales y reproductivos y miembra de la asamblea feminista de Chile.
Contexto del derecho a decidir en Honduras y en América Latina
En Honduras y en América latina, a pesar de que la práctica de interrupción voluntaria del embarazo existe en nuestra historia desde la el origen de los tiempos, la realidad sobre el aborto es compleja y se encuentra aún permeada de muchos tabúes; en el continente existen seis (6) países donde la interrupción voluntaria del embarazo es completamente legal, en cinco (5) es legal únicamente bajo causales (producto de una violación sexual, cuando la vida de la madre está en peligro y cuando existe incompatibilidad extrauterina con la vida) y en tres (3) es ilegal completamente.
Los tres países que penalizan completamente el aborto son Honduras, Guatemala y El Salvador, los tres se encuentran en la región centroamericana y los tres comparten elementos geopolíticos, que dan luces sobre porque estaos Estados atenta contra la vida, libertad y derechos de las mujeres, niñas y personas con capacidad de gestar. Estos elementos son la poderosa influencia de dogmas religiosos, gobiernos autoritarios, fuerte presencia de militarización de la sociedad y la utilización masiva de los medios de comunicación como entes de control del pensamiento colectivo.
En Honduras, el pasado mes de enero se incluyó una reforma constitucional que explícitamente prohíbe la y penaliza interrupción absoluta del embarazo, agudizando así la situación precaria de acceso a salud y vida digna de las mujeres, personas con capacidad de gestar y niñas y aumentando la criminalización al derecho a decidir.
Esta situación que afecta directamente a las mujeres más empobrecidas y las obliga a practicar abortos inseguros aumentando así la probabilidad de muerte deja en evidencia la nula voluntad política del Estado Hondureño para garantizar derechos y en legislar para salvaguardar la vida y dignidad de las mujeres, personas con capacidad de gestar y niñas del país.
Este retroceso en el acceso a los derechos humanos fundamentales responde a la puesta en escena de la agenda política antiderechos que Gobierno de turnio maneja públicamente, avalándose en principios religiosos y violentado así la democracia y laicidad del Estado, también es la respuesta neoconservadora de la estructural patriarcal ante el avance del pensamiento y organización feminista en el país.
Honduras tras la reforma constitucional
Honduras sin duda es el laboratorio político de Latinoamérica, históricamente se ha visto como se aplican políticas y estrategias que luego se replican en otros países, es por esto, que este retroceso en el acceso a derechos de las mujeres es una puesta en alarma para las organizaciones feministas:
“Es preocupante la situación, los escenarios que se miran venir son para ponernos en alerta, hay que organizarnos y crear estrategias para enfrentar lo que se viene…” comenta Merary Ávila
La reforma al artículo 67 de la constitución es en toda regla legal inconcebible, ya que se aprobó de una forma ilegítima, amañada, con la violentarían al debido proceso y con una clara intención de mandar un mensaje de reposicionamiento de los grupos antiderchos.
“No podemos reconocerla (esta ley), esto es el reflejo del odio hacia las mujeres… esto alimenta el sistema patriarcal diciéndonos las mujeres que no pueden decidir, tienen dos opciones o la cárcel o la muerte, no podemos decir que Honduras es democrático si las mujeres estamos en esta situación de salvar nuestra vida o nuestra libertar”
La mayoría de operadores de justicia que son los entes encargados de garantizar procesos transparentes y democráticos en la aplicabilidad de la ley y de personal de médico y de salud, que son quienes deberían luchar por la salud y vida, tiene prejuicios religiosos en temas de aborto.
Este entorno hostil y desesperanzador genera severa criminalización a las mujeres que toman la decisión de decidir sobre sus cuerpos y e interrumpir el embarazoso, existiendo en el país diversos casos de mujeres criminalizadas durante años por este delito, donde la defensa de estos casos se vuelve un reto debida lo restrictivas que son las leyes; también esta situación de negación del derecho al aborto genera un elevado índice de muerte materna agudizando más la vulneralización de mujeres, personas con capacidad de gestar y niñas.
La avanzada negación de derecho sexual y reproductivo, va de la mano con un incremento a la violencia contra la mujer, sólo en lo que va del año, se han registrado 33 mujeres asesinadas por arma de fuego, existe un incremento en los femicidios y en el rapto de menores.
“Odian a las mujeres y a la que se atreva de decidir hay que matarla…. yo si me atrevo a decir que esta escala de violencia que estamos sufriendo las mujeres ahorita es consecuencia de éste tipo de funcionarios que tenemos, ellos han generado el odio, ellos dan el permiso que se nos asesine sin ningún tipo de castigo ejemplar” afirma Merary Ávila
La utilización de las instituciones para violentar derechos debe parar, se debe detener la criminalización hacia las mujeres por su derecho a decidir sobre sus cuerpos, la sociedad debe cambiar y no se debe permitir que las mujeres sigan sufriendo y siendo violentadas en total impunidad estatal
“Desde SM tenemos claro que la despenalización del aborto paso de ser una lucha jurídica a una lucha política, tenemos que apostar llegar a los puestos de poder, tenemos que apostarle a que más mujeres consientes estén es estos cargos de toma de decisiones, no podemos seguir en manos de estos bárbaros que este año electoral, están utilizando nuestras vida y nuestros cuerpos para hacer política…” puntualiza Merary quien nos invita a realizar el voto cociente para transformar la realidad del país.
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Impacto de la prohibición el embarazo en la vida de las mujeres
El escenario de penalización del embarazo en la vida de las mujeres es aterrador, se les somete a embarazos no deseados, se nos impone el no goce de la sexualidad, se cortan los derechos Sexuales y reproductivos, es por eso que recuperar esos derechos es parte de la agenda política feminista.
La realidad de las mujeres en los hospitales, cuando se busca acceso a interrupciones voluntarias del embarazo es que se les niega el derecho a decidir sobre sus cuerpos, principalmente cuando se trata de mujeres rurales, de las periferias.
“supe de un caso mientras estaba en el hospital de una mujer del área rural… que estaba embarazada y tenía cáncer… ella pidió a los médicos que por favor le hicieran un aborto para poder continuar con su vida, un aborto que no se le pudo hacer, porque los médicos dijeron no, aquí en Honduras era totalmente prohibido y no queremos ir presos… ¿cuál fue el cuadro final? Su madre llorando sobre la camilla, diciendo porque no le hicieron un aborto a mi hija…yo tuviera hija aquí ella perdió la vida a los 22 años…” relata la psicóloga Nahomy Alas
En Honduras es claro que al gobierno no le interesa la salud y la vida de las mujeres, aun en casos de agresiones sexuales, que en el país es la segunda causa de denuncia según el 911, el aborto se encuentra penalizado, condenando así la tortura de embarazos no deseados o orillando a las mujeres a decisiones que atentan contra su vida. “Existió el caso de una adolescente que tomó una pastilla porque su tío la violó y ella lo que quería era matar el feto…no pudo y perdió su vida”
A pesar de que según estadísticas de la Secretaria de Salud semanalmente en Honduras se da un índice elevado de partos de niñas entre 14 y 16 años la legislación prioriza la influencia religiosa ignorando así que cuando a las mujeres, niñas y personas con capacidad de gestar se les niega el derecho a decidir, esto puede terminar en mortalidad materna
Es innegable que la religión es un factor que influye en la toma de decisiones de quienes gobiernan, no existe ese respeto al estado laico, no existe políticas en torno a cambiar la dura realidad de muertes maternas, embarazos adolescentes y tampoco existen proyectos integrales de educación y acompañamiento a familiares de víctimas de muerte maternas, reafirmando así la indefensión en la que la legislación hondureña posiciona a las mujeres.
Los desafíos del feminismo que se vienen a nivel regional y las realidades de cara al derecho a decidir
Existe un avance fundamentalista conservador brutal, los gobiernos mantienen una agenda conservadora diseñada para ejecutar en América latina, no es casual la modificación del artículo 67 en Honduras, esta acción es un castigo, estos grupos neoconservadores no pretenden disputar el sentido común, crean uno nuevo, posicionan con fuerza la idea limitada de la familia, del sentido y protección de la vive, el objetivo es bloquear el avance de políticas de derechos sexuales y reproductivos sobre el aborto libre, por eso es fundamental involucrarnos en la política partidaria, la lucha se hace en las calles y desde adentro.
La influencia que tiene la religión y sus líderes en el tejido social es potente, teneos que estar atentas y crear colectividades, para frenar el avance conservador, para crear los cambios culturales profundos que necesitamos.
“Debemos poner nuestros mejores esfuerzos por que los feminismos y la lucha por el derecho a decidir lleguen a lugares que están más alejados, pero hay territorios, una ruralidad que muchas veces quedan fuera, porque no hay redes feministas en esos lugares, no logramos llegar… debemos llegar ahí… Debemos avanzar en la despenalización social, con estrategias comunes, hay que sacarlo de la clandestinidad, del verbo, hablar del derecho a decir, de la autonomía de los cuerpos, sin temor” afirma Verónica
Debemos construir estrategias de luchas colectivas, el feminismo popular, debemos alfabetizar en feminismo, dejar de usar lenguajes burocráticos y técnicos para construir desde la horizontalidad, hacernos parte de la lucha de todas
“El desafío es hacer escuela populares feministas, feminismo internacionalista, desde cada país, replicar, tenemos diferencias pero tenemos más semejanza” concluyó.
Feminismo en Argentina, como inicio de la marea verde
Argentina ha sido la luz guía en la lucha por el acceso al derecho de la interrupción voluntaria del embarazo para el continente en los últimos años, nos han recordado que los derechos no se negocian y que se recuperan en la calle y que al obtenerlos, no termina ahí, se debe auditar el cumplimento de esos derechos recuperados y mermar la desigualdad.
El movimiento feminista en Argentina y América latina es viejo, ha sido un largo recorrido para llegar acceder a los derechos, no ha nacido ahorita, tiene compañeras que ha forjado este camino,
“En los lugares donde se cocina la política, ahí debemos estar con nuestra perspectiva, porque si no termina sucediendo esto, que los gobierno deciden en función de intereses que no son los nuestros “afirma Mona
En Argentina, la oportunidad de hablar sobre la interrupción voluntaria del embarazo abrió la palestra para hablar de otros temas que no se estaban hablando, principalmente de temas que competen a la diversidad sexual y a disidencia sexual, lo cual también ocurrió en Honduras, que con la modificación del artículo 67 también se modificó el artículo 112 que prohíbe el matrimonio igualitario.
En toda América latina es importante visibilizar el no acceso a l aborto tiene un cohorte de clase y que las consecuencias mortales de la negación del aborto recaen principalmente en las mujeres, niñas y cuerpos gestante empobrecidos. Así mismo es vital reconocer que el aborto es una cuestión de justicia social, de derechos fundamentales y de dignidad.
Debemos seguir construyendo una Abya Yala feminista, con alianzas internacionales, con una lucha interseccional, debemos volver a las calles a feministear la realidad a construir futuros esperanzadores para las futuras generaciones y resistir desde la colectividad a gobiernos como el de Honduras, que odia a las mujeres y día a día nos intentan someter.
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